Limón

A ver como te explico. Antes que nada quiero aclarar que la velocidad del texto se debe a mi pensar en voz alta, nada de esto es voluntario, solo fruto de un trabajo minucioso de mi ser, de mi alma, del espíritu romántico que siento a veces cuando duermo.
Hace días que da vueltas por mi cabeza la idea de saberme en vos. Esa esencia que llamamos "love" y que nos permite soñar con ser uno. Pero otra vez se viene en mente los fantasmas del pasado. Te amé hace varios meses. Hoy te pienso y vuelvo a amarte. Pero... ¿Porqué?¿Será la necesidad de no sentirme nuevamente solo, que causa ardor y amor como palabras de antemano y cosas por el estilo?. Creo que ambas. Cuando imagino el mañana de mañana vuelvo a enamorarme. Sé que sos y soy aquel que somos, pero como antes, siempre hay un pero y otro y otro. Me resulta difícil la idea que planteaste el viernes: acostumbro a seguir mi instinto dejando todo atrás, pero ahora no puedo, hay algo misterioso que lo impide; y sabés una cosa?, siento lo mismo. Por razón alguna no dejé los polos por los barcos y salí en tu búsqueda. Algo me dice adentro y fuera que solo el tiempo dirá el donde y cuando. "Lo importante es la intención", dijo el mono, "tenerla y mantenerla". Pero de los millones de momentos que vivímos a diario no resulta cómodo colgar la ropa en el pasado. Tampoco deseo alivio por escucharte decir "no, hoy no, mañana si", cuando ambos sabemos que el mañana es tan incierto como nuestros cuerpos. Ayer soñé. Creí saberme entero al imaginarte cocinando en mi sillón, pero antes del café sentí otra vez la verdadera ausencia de creerlo cierto, y otra vez, estamos donde empezamos. Esperar esperar y esperar. Una mierda.

SMS

pero... no fué tan como pensé que sugería la sobrina hermana enana de la señora que pasea de costado un perro flaco y feo dominado por su amo a punto tal y punto nieve que si veo sin anteojos lo que grita el vertebrado vuelvo a verme de rodillas suplicando en salmos agrios por la suerte reaccionaria de un mensaje que si bien no fué deseado, tampoco puede ser in(no)advertido.

Soñé en vos

Tantas veces vi salir el sol.

Tantas veces fuí testigo 

de tu cuerpo al mediodía.

Tantas veces tuve frío 

y otras tantas fue un misterio 

sólo el hecho de soñar...

Martes

Al final del cuento nada deja en verso como cual sea o no y la verdad confunde más de lo debido. Hoy es martes, y como todos sabemos, son los días semanales cada siete con más energía precursoramente rara que podemos vivir como un nuevo e inédito Hoy (de nuevo y con mayúscula). Nada puede parecer peor que el gris, pero si el cielo no cambia de contraste debe ser por algo divino o cronológico y la verdad de la mandioca casi casi no me importa demasiado como la silueta de la esquina; aquella que propone viejas nuevas e insite en colocar otro color de contrabando para su bien (de quien no sé) y así contribuir con todo esto de manera tal que mis palabras puedan ser pensadas por el lector en este preciso momento. Ahora un punto, una coma, una pausa y vuelve al vulgo de los grandes la simpleza cierta de no saber nada más allá de la vereda. Pero siempre hay un pero y otro y otro; frase tan cierta como el torcido espejo de mi botiquín, que en realidad no existe porque no tengo; pero si pongo una coma y otra vez conecto lo anterior dictado en este nuevo instante puedo correr el riesgo(so) maratón de ideas que me colma de consejos y como si todo esto que ahora pienso fuese poco o repentino, nada de lo que creo crear de nuevo será tal cual a lo ayer sentido en el 511, porque; si alguna vez tuvieron la oportunidad de contar de tres en tres y para atrás sabrán que nada es azarozo tanto como la zeta en su versión errada. Pero el punto seguido me blandea para arriba, como la doble erre y el reiterado uso de su cosa y si de copas salgo solo nuevamente, seguro surgirá otro nuevo yo y juntos, emplearemos la palabra para tratar de vez en cuando y otra vez, interpretar la misma realidad.

(Que yo no puedo)

Vengo de levantarme, de dormir, de soñar más de lo debido y de de de de de.

Cuando estaba todo suelto por seguro tocan timbre, otra vez, un nuevo pensamiento contrario al anterior que propone cosa nueva y vida próspera inmediata pero (y ahora) sin cesante y suficiente ¿prueba?