viernes, 23 de noviembre de 2007

Mandinga

No hay arrepentimiento alguno que valga y venga en pena, solo decisiones inconclusas que reprochan nuevas viejas. Decidí comprar el sillón de mi vecina, (con eso zafaría), pero parece que no hay solución. Necesito descargarme. Necesito necesitar. Creo que parte de todo esto se debe a las mismas teclas que vuelven cada tanto. Similares caracteres de tildes sin acento, de soda sin agua ni café por grupo. Tantas cosas influyeron en todo esto!. No hay dinero, sobran muebles. 

-¿Porqué no antes de saberme en frío vino el Beto y me lo dijo? 
-Porque nunca dice nada, siempre corre por cuenta propia el arrepentimiento y efímero dolor de sentirnos equivocados. 

Por otro lado tenemos que sumarle un dividendo a todo esto: la plata. 

-Cuantos planes se durmieron en placares, cuantos tontos derritieron sus placeres. 

Aprovechar mejor el tiempo puede verse como receta retorcida si contemplo la armonía, pero somos pocos quienes vemos al derecho lo revés que así esté. 

-Lo real se funde en sueños de vivencias subterráneas

Flores amarillas por citar a Vincent: un racimo grande grande de espumante espuma.

-Puedo verlo.


1 comentario:

La Momia dijo...

Niño, Lacan se hubiese llevado bien son usted!!!
besotes